domingo, 11 de noviembre de 2018

Acelgas cocidas

La acelga es una planta que se incluye dentro de la familia de las Quenopodiáceas, a la que también pertenecen unas 1.400 especies de plantas propias de zonas costeras o de terrenos salinos templados.
Se tienen referencias escritas que sitúan a la acelga en las regiones costeras de Europa y del norte de África bañadas por el mar Mediterráneo, dotadas de un clima templado adecuado para una planta a la que le perjudica bastante los cambios bruscos de temperatura. Existen documentos que prueban que ya en el siglo V a.C. los griegos utilizaban la acelga como un alimento en su dieta.

Algunas de las mayores ventajas de las acelgas son: su alto contenido en fibra, su ausencia de grasas, su escaso valor calórico y su alto contenido en agua, lo que la convierte en una verdura diurética e ideal para regímenes de adelgazamiento. La fibra es esencial para regular el tránsito intestinal.

Aunque su contenido en hidratos de carbono y proteínas es bajo, este producto posee importantes cantidades de vitaminas y minerales. Sin duda, las acelgas son, sobre todo, ricas en potasio, un mineral esencial para eliminar toxinas, gracias a su efecto sobre la función renal.
El potasio, además, es fundamental en el sistema nervioso y cardiovascular, además de ayudar en el almacenamiento de carbohidratos y su posterior transformación en energía.
Cuando más verde es la hoja, más cantidad de vitaminas poseen las acelgas.
Después de las espinacas, esta verdura es la más rica en calcio, aunque tampoco se puede obviar la cantidad de magnesio que almacena. Además, es una excelente fuente de folato o vitamina B9, esencial para embarazadas, ya que evita la aparición de malformaciones en el bebé.
Asimismo, este alimento es rico en vitamina C, aunque sus cantidades disminuyen mucho con la cocción.
La acelga, aunque depende de la variedad, es una verdura cultivada durante todo el año. No obstante, la mejor época para su consumo va desde finales de otoño a principios de primavera.
La industria agro alimentaria ofrece acelga procesada de distintas maneras: cortada similar a la espinaca, fresca, en conserva o congelada; por pencas, por hojas o combinada con otros vegetales.
Las acelgas son muy resistentes a las temperaturas extremas, sobre todo a las veraniegas, por eso las cosechas suelen abundar en verano y en otoño. Sus hojas son muy verdes, lisas y grandes, y ofrecen al cocinero gran versatilidad a la hora de elaborar platos muy nutritivos.
El color y el tamaño de las hojas determinan los diversos tipos de acelgas que podemos encontrar en el mercado. Las Ruby Chard y las Rainbow Chard tienen las pencas rojizas y gruesas, mientras que las variedades Silver Chard o Seakale Beet disponen de hojas muy verdes y arrugadas y pencas más blancas


INGREDIENTES
1 Manojo de acelgas frescas
5 o 6 patatas
Sal
Preparación
1 limpiamos las acelgas separando los troncos y nervios de las hojas,¿ porque Hacemos esto?, sencillo los troncos y los nervios tardan más en cocer que la hoja de ahí que los separemos.

2.- En una olla ,ponemos agua a hervir, una vez hierva echamos la sal y los troncos de las acelgas que necesitarán más o menos 30 minutos hasta que ablanden .
3.- Pelamos y lavamos las patatas y cortamos en cachos, a los diez minutos transcurridos las echaremos con los troncos de las acelgas a hervir.
4- Limpiamos y cortamos las hojas, y transcurridos 20 minutos desde el principio las echamos a la olla, entre 10 a 12 minutos tendremos el plato listo y le habremos dado a cada ingrediente su tiempo 30 minutos los troncos, 20 las patatas y entre 8 y 10 las hojas, escurrimos el caldo que nos servirá para otros platos o consomés.
Luego las podemos comer como gustemos,hay varias formas de consumirlas en aceite y vinagre, gratinadas etc.Que aprovechen

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